Moraira es un pequeño pueblo que se encuentra ubicado en la provincia de Alicante. A pesar de que se trata de una de las localidades más pequeñas, también es una de las que más encanto tiene de toda la Costa Blanca.

Esta villa costera se encuentra entre las localidades de Cape y Jávea, a 75 kilómetros de distancia de la ciudad de Alicante y tan solo a 31 kilómetros de Benidorm.

Cuenta con un casco antiguo que conserva un espléndido patrimonio cultural y numerosos rincones que merece la pena visitar y contemplar con calma, como sus edificios históricos, torres de vigilancia, castillos y murallas.

Si te apetece conocer las playas, la historia y la gastronomía de Moraira y descansar unos días en familia, reserva ya aquí.

Costa de Moraira

Moraira cuenta con 8 kilómetros de costa que forman parte del gran atractivo que tiene esta región. Son siete las preciosas playas que están repartidas a lo largo de su geografía y todas ellas destacan por la gran calidad de sus aguas, su limpieza y la cantidad de servicios e instalaciones que ofrecen a sus bañistas.

Por este motivo, no es de extrañar que muchas de estas playas hayan sido galardonadas con la prestigiosa Bandera Azul otorgada por la Unión Europea.

Playa del Portet
Playa del Portet | Fuente: Portal de Turismo en Moraira

La Playa del Portet es uno de los claros ejemplos. Esta pequeña bahía de 300 metros de arena es una de las perlas de Moraira. Además, es ideal para acudir en familia, ya que tiene muy poca profundidad y apenas cuenta con oleaje. La playa está bordeada por un paseo marítimo con vistas al Peñón de Ifach.

Moraira cuenta también con un entorno natural privilegiado y numerosos planes de desarrollo sostenible para frenar la destrucción de sus costas y espacios naturales. Por ello, los amantes del senderismo y la naturaleza también encontrarán su sitio en esta villa, ya que es perfecta para realizar diferentes rutas y descubrir sus preciosos paisajes.

Patrimonio histórico y cultural de Moraira

En Moraira podremos ver numerosos edificios históricos dentro de su precioso casco antiguo, por el que nos debemos perder entre sus calles y dejarnos sorprender con el encanto que desprende en cada uno de sus rincones.

Uno de los monumentos que vamos a encontrar aquí es la Iglesia Fortaleza de Santa Catalina. Esta fue construida con la muralla de la ciudad protegiéndola en sus alrededores, por lo que, además de iglesia, está considerada como fortaleza también.

Por este motivo, cumplía las funciones de templo religioso y de zona de protección para los habitantes de la villa. Además, junto a ella se instauró una Torre que hacía las funciones de campanario y torre de vigilancia.

Otro templo religioso que merece una visita es la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los Desamparados. Esta se encuentra en el corazón de la villa y fue construida en el siglo XIX. Su estructura consta de tres naves que están separadas por pilares y cuatro tramos.

Sala de Jurats I Justícies
Sala de Jurats I Justícies | Fuente: Portal de Turismo de Moraira

Por otro lado, contamos con la Sala de Jurarts I Justícies. Fue edificada durante el siglo XVII utilizando como material principal la piedra. En su fachada principal encontraremos un bello reloj de sol que pertenece a 1639.

Finalmente, merece una visita la Torre Vigía Cap D’Or, que fue levantada en el siglo XVI. Esta es una torre de 11 metros de altura elaborada con piedra maciza. En ella, se situaban los antiguos centinelas de Moraira para vigilar la ciudad en conexión con el resto de Torres de las vecinas Jávea y Calpe.

Si nos dirigimos al sureste del cabo en el que está situado esta torre, daremos con la Cueva de la Cendra, que alberga un yacimiento arqueológico procedente del Paleolítico Superior.

Todo ello convierte a Moraira en un destino ideal para disfrutar de nuestras vacaciones en familia debido a la gran cantidad de diferentes opciones de ocio que nos puede ofrecer.

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