Campamentos por edades
Consejos para ir de campamento

Consejos de expertos que te ayudarán a elegir el campamento más adecuado para tus hijos

Dudas sobre los campamentos
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 08.05.19

Las vacaciones de verano están cada vez más cerca y somos muchos los padres y madres que estamos planificando lo que harán nuestros hijos durante esos meses. Muchos nos planteamos enviarlos a algún campamento y, seguramente, nos surgen muchas dudas al respecto, sobre todo si es la primera vez que van a ir a uno. Además, la oferta cada vez es mayor y las modalidades, infinitas. Para tratar de clarificar las cosas y ayudaros a encontrar el más adecuado, hemos consultado a varios expertos, entre los que se encuentran psicólogos, pedagogos y directores de campamentos.

Cómo elegir el más idóneo

Lo primero es decidir de qué clase, en función de su propósito, nos interesa que sea, ya que hoy en día las opciones son muchas y muy variadas. Los hay deportivos, multiaventura, de idiomas, tecnológicos, de inteligencia emocional, basados en otro tipo de habilidades específicas o multidisciplinares. Natalia Martín, psicóloga y neuropsicóloga, considera que “lo más importante a la hora de elegir es que los padres se basen en la motivación intrínseca del mismo y que esta sea en función de sus gustos, preferencias y de los puntos que se quieran destacar o trabajar”.

Para Sonia Martínez, psicóloga y directora de los Centros Crece Bien, lo recomendable es que el niño o la niña se divierta y pueda reforzar o probar sus habilidades. “Debemos tener en cuenta nuestro criterio y su opinión (preguntar y escuchar) —comenta—. De esta manera también reforzaremos su asertividad y capacidad de tomar decisiones”.

El componente lúdico, imprescindible

La experiencia de los campamentos les ayudará a desarrollar nuevas habilidades y a hacer nuevos amigos, ya que “debido a su gran componente lúdico es una excelente plataforma de socialización y, por tanto, facilita las relaciones entre iguales”, asegura Mónica Cerrada, del departamento pedagógico de Alventus.

Es normal que sienta tristeza y miedo, sobre todo los primeros días

Para Matilde Castro y Elvira Chiquero, del claustro del Colegio Internacional Sek El Castillo y de Summer Sek, “resulta imprescindible que lo perciban como algo lúdico, especial, que les despierte interés, les entusiasme y, al mismo tiempo, les enriquezca”.

Uno de los campamentos más demandados son los que se centran en mejorar sus destrezas en alguna lengua extranjera. Ruth Horsfall, responsable de programas de inglés para jóvenes del British Council España, afirma que los que organizan expertos y están basados en el aprendizaje a través de proyectos (project-based learning) son los más completos, puesto que combinan actividades y clases dinámicas para que practiquen de forma intensiva otra lengua mientras trabajan aspectos fundamentales para su futuro. En este sentido, y para que resulten realmente productivas, tienen que interesarles y ser apropiadas para su edad mientras aprenden el idioma.

Es importante que lo perciban como algo lúdico, que les despierte interés y les enriquezca

Tomemos la decisión que tomemos, es esencial optar por una empresa con experiencia y garantías que nos transmita tranquilidad y, por otro lado, estudiar con detenimiento los aspectos positivos que podría traer para ellos, con el fin de que también estén contentos.

Dudas sobre los campamentos: actividades en la naturaleza
Las visitas a las granjas suelen llamar mucho el interés de los más pequeños

Cuál es la mejor edad para ir a un campamento

Otra cuestión que nos suele preocupar es la edad a la que deben ir por primera vez. Este aspecto depende mucho de cada niño y, realmente, no existe una edad idónea.

Los expertos coinciden en que con 3 años ya se podría acudir a uno, siempre que sea urbano. Eso sí, habría que valorar sus necesidades de descanso y otros aspectos como su capacidad de adaptación y el apego.

Por eso mismo, creen que la etapa ideal para asistir por primera vez a uno con pernocta son los 6 o 7 años. En cualquier caso, todo dependería de lo que haya vivido cada uno antes. Tanto Mónica Cerrada como Sonia Martínez insisten en la importancia de hacer una prueba con antelación; es decir, que no se lance a la aventura si antes no ha dormido fuera, en casa de algún familiar o amigo.

Por lo que respecta a los que se organizan en el extranjero, la edad más oportuna está entre los 10 y los 14; eso sí, es muy recomendable que antes hayan participado en alguno en nuestro país. En cuanto a este último tipo de campamentos, es decir, los ideales para iniciarse, conviene empezar por uno urbano o uno residencial en el que pasen varios días fuera del hogar. También interesa prestar atención al lugar en el que se desarrollan las actividades y a las instalaciones, ya que existen múltiples posibilidades, desde albergues, urbanizaciones o acampadas en la naturaleza, hasta pabellones deportivos.

Qué hacemos si no quiere ir

Una vez que hemos tomado la decisión de apuntarlo, ¿qué pasa si el niño o la niña se niegan a ir? Para Natalia Martín, lo mejor es buscar estrategias de motivación para que se anime a participar. Sin embargo, recomienda no imponérselo: “si va obligado, no disfrutará y puede crear una aversión negativa a ese espacio”.

Según Luis Ferreiro, director de Juventud y Cultura, una organización con más de cuarenta años de experiencia, “es recomendable sugerir lo que les conviene, sin forzar”.

En cualquier caso, es posible que, a pesar de todo, por circunstancias personales no tengamos más remedio que apuntarlos a uno. O que, simplemente, decidamos continuar con nuestra idea porque consideramos que es bueno para ellos. En este caso, para Sonia Martínez la respuesta es bien clara: “si nosotros estamos convencidos de que tiene que ir, lo que podemos hacer es aceptar que él tenga miedo, que esté enfadado, dejarle expresar lo que siente o lo que le gustaría y animarlo a superarlo”.

¿Y si quiere volver a casa?

Una vez que esté allí, es normal que sienta tristeza y miedo, sobre todo los primeros días. Pero en caso de que no pare de llorar y de decir que quiere volver a casa, jugará un papel fundamental las tablas y la forma de actuar de los profesionales de cada campamento. Son ellos quienes deberán tomar las decisiones pertinentes y acompañarlo en su malestar o en sus emociones. Si no viesen un progreso y considerasen que el niño está sufriendo realmente, lo más apropiado sería llamar a los padres para que fuesen a recogerlo. No obstante, Matilde Castro y Elvira Chiquero afirman que en sus centros se informa a los padres, pero no se les da la opción de que vayan a buscarlos directamente, sino que se les plantean otras alternativas para motivarlos.

Para no llegar a este extremo, la psicóloga Natalia Martín cree que, antes de que se vayan a vivir esta aventura, “es importante adelantarles detalles sobre el lugar al que van a ir y las situaciones que se pueden encontrar, además de explicarles que es posible que al principio se sientan asustados, puesto que se trata de algo novedoso para ellos, pero que siempre habrá un adulto para apoyarlos”.

Dudas sobre los campamentos
En los campamentos hay tiempo para todo tipo de actividades

Cómo nos comunicamos con ellos

Otra de las cosas que nos angustia es la idea de no comunicarnos con ellos durante tanto tiempo, sobre todo si son pequeños.

Si pueden o no llevar móvil dependerá de las normas de cada campamento. En muchos les permiten tener su propio dispositivo, pero utilizarlo solamente dentro de un horario específico. Otros recomiendan no llevarlo o, directamente, no está permitido, para no interceder en el funcionamiento del grupo. En estos casos suele haber un teléfono disponible para que puedan llamarnos, o bien un número para que los padres se pongan en contacto, respetando las normas establecidas. Es muy importante que, ante cualquier duda relacionada con este asunto, preguntemos al personal y a los encargados de la organización.

¿Debe ir si ha sufrido bullying en el colegio?

En el supuesto de que nuestro hijo haya sido objeto de acoso escolar, “lo primero de todo es constatar si la situación está totalmente superada o si, por el contrario, quedan flecos por trabajar”, afirma Mónica Cerrada. Se trata de una valoración que corresponde hacer a los padres, con el respaldo de un psicólogo. Si a pesar de ello deciden enviarlos, es recomendable que la familia informe a los responsables de cuáles son las circunstancias en las que se encuentra, incluso aportar datos relativos a la terapia que esté recibiendo, si es el caso.

Además, según Luis Ferreiro, los equipos suelen hacer un seguimiento pormenorizado de cada niño. “Si dentro del desarrollo de una actividad se detectara algún caso de acoso, se plantearía en las reuniones diarias y se tomarían medidas”, asegura.

¿Y si se hace pis en la cama?

La enuresis nocturna es un trastorno frecuente, en especial entre los 5 y los 6 años, pero existen casos que duran hasta la edad adulta. El Dr. Juan Carlos Ruiz de la Roja, jefe de Urología del Hospital Santa Cristina, de Madrid, asegura que se trata de una “enfermedad infradiagnosticada e infratada”, por lo que es importante acudir al pediatra o médico especialista, “único capacitado para determinar la causa y el tratamiento”, concluye.

Desde el departamento pedagógico de Alventus recomiendan esperar el momento madurativo óptimo en el que el niño se pueda sentir más seguro, ya que se trata de una situación que, generalmente, le avergüenza, le paraliza y puede afectar a su autoestima. Si a pesar de esto, un menor que moja la cama asiste a un campamento, lo más importante es informar a los responsables para que actúen teniéndolo en cuenta y el niño o la niña se sienta arropado en todo momento.

¿Es mejor que vaya con amigos?

Suele ser habitual que nos pidan ir al mismo que van sus amigos, por el hecho de sentir que tienen a su grupo de referencia cerca. Sin embargo, muchos padres prefieren que salga un poco de su círculo habitual y sea capaz de enfrentarse a nuevos ambientes. El problema llega a la hora de planteárselo a ellos.

Ellos mismos deben ver el beneficio de salir de su círculo de amigos

En cualquier caso, siempre hay que motivarlos y contarles cualquier novedad que vayan a experimentar allí. Sonia Martínez insiste en la importancia de exponerlos a distintos entornos desde que son pequeños: “se acostumbrarán a hacer amigos nuevos cada año y a tomar decisiones de manera individual (no porque lo hacen los demás)”. Luis Ferreiro recomienda que “como padres y educadores, los persuadamos de forma que sean ellos los que acaben viendo el beneficio de salir de su grupo de siempre”.

¿Deben ir juntos los hermanos?

Los hermanos que pasan mucho tiempo juntos a veces no son capaces de separarse a la hora de realizar una actividad fuera de su rutina. De hecho, es un caso que suele darse entre los que tienen una franja de diferencia de edad mínima, o bien son mellizos o gemelos. Puede que el hecho de mandarlos a diferentes campamentos genere demasiado problema para la familia a la hora de planificarlo todo, ya que habrá que ajustarse a fechas, lugares y otros detalles.

Lo más recomendable es que, si acuden al mismo, se les ponga en grupos separados. Para ello habría que avisar previamente a la organización y valorar la situación. También es conveniente que, antes de irse fuera, se vayan acostumbrado a realizar actividades de manera individual.

Campamentos: actividades
Experiencias enriquecedoras y oportunidades para la socialización, dos aspectos muy positivos

Cómo se gestionan las alergias, ¿está el personal preparado?

Primero, y antes de la partida, habría que informar sobre cualquier aspecto que pueda afectar a su salud. Las empresas deben contar con profesionales y conocer los protocolos concretos sobre cómo intervenir en estos casos, pero para que la actuación sea rápida y eficaz, resulta imprescindible, como es lógico, que antes las familias les avisen.

¿Se pueden llevar medicinas?

Por norma general sí, siempre que vayan acompañadas del informe médico y las recetas. Además, es muy recomendable que los organizadores tengan conocimiento de este extremo, ya que, en muchos casos, será el propio personal el responsable de guardar y suministrar los medicamentos.

¿Qué tipo de documentación legal es exigible?

Hay que tener en cuenta que pasarán varios días fuera, por lo que resulta necesario conocer la responsabilidad que asume la empresa desde el momento en que nuestro hijo empieza a formar parte de la experiencia. Lo idóneo es que el campamento cuente con un Seguro de Responsabilidad Civil, de accidentes y médico.

Si se desarrolla fuera de nuestro país, es vital conocer las coberturas con las que cuentan los inscritos. Hay algunos programas que ya incluyen un seguro de viaje, y en otros se podrá exigir a los asistentes que lleven con ellos la Tarjeta Sanitaria Europea, en caso de que viajen dentro del continente. También nos pueden pedir otro tipo de documentos de nuestros hijos, como la cartilla de vacunación.

Antes de tomar la decisión final, es muy importante conocer bien estos aspectos, además de la trayectoria del centro y de la empresa, que debe estar al día de todas sus obligaciones legales.

¿Están cualificados los trabajadores?

Tanto los monitores como los coordinadores de cualquier organización que se dedique a estos menesteres están obligados a tener el título correspondiente (Título de Monitor de Ocio y Tiempo Libre o de Coordinador).

Por otro lado, es preciso que los empleados de cocina estén en posesión del carné de manipulador de alimentos, a no ser que el propio campamento cuente con un servicio de catering, en cuyo caso, también habrá de cumplir con la legislación vigente.