Los campamentos en la naturaleza tienen un montón de beneficios cognitivos y emocionales para la infancia y la adolescencia. Los niños y las niñas necesitan, cada vez más, un verano al aire libre, con sus iguales, lejos de las rutinas del curso y sin tecnología. Y los campamentos de Aula Joven son el lugar idóneo para compartir vivencias con otros de su edad en un entorno diferente al habitual. En ellos van a disfrutar de experiencias inolvidables, tanto en el plano emocional como en el educativo, y esto va a repercutir muy positivamente en su desarrollo. Veamos por qué y cómo.
25 Años de experiencia les avalan
Los objetivos de Aula Joven son los mismos desde hace más de veinticinco años: la diversión, el cuidado, la seguridad y el bienestar de vuestros hijos e hijas. Y para ello cuentan con un gran equipo, una programación variada de actividades y un entorno con muchas posibilidades. Definitivamente, los años de trabajo, la ilusión, la profesionalidad y el cariño han convertido los campamentos de Aula Joven en la mejor opción para el verano.
Saben que cada niño es único y ponen especial atención en su cuidado diario, tanto en lo concerniente a su salud, con la alimentación, la higiene personal y el orden de su habitación, como en su estado emocional. En cuanto a este último aspecto, se centran en las relaciones con los compañeros, su adaptación y sus ritmos, así como en las sensaciones y el aprendizaje de todo lo que les rodea, para que disfruten cada minuto de lo que viven allí.